Aparentemente era un hombre inofensivo... pero su personalidad ocultaba un terrible psicópata que convirtió su granja en un matadero humano.
Gein vivía solo desde la muerte de su madre en 1945 y se ganaba la vida haciendo toda clase de trabajos a los vecinos de Plainfield. Fue su habilidad en este tipo de trabajos, por la que este hombre de complexión débil, mediana edad, pelo rubio y ojos azules empezó a ser conocido entre las gentes del lugar como una persona trabajadora, cumplidora, fiable pero excéntrica.
CASO: asesino a la dueña de la ferretería del pueblo, Bernice Worden, disparándole una bala con su viejo rifle de caza del calibre 22. También en esta ocasión se llevó el cadáver en la furgoneta, dejando el suelo del local encharcado de sangre. Al pasar dentro, el sheriff sintió como algo le rozaba el hombro, y al volverse se topó con un cuerpo decapitado de mujer con un profundo agujero en el estómago que colgaba del techo. Después de recuperarse del shock por el horror que habían presenciado, y tras pedir ayuda por radio, los dos hombres volvieron a la casa. El cadáver colgaba de un gancho por el tobillo y con un alambre le habían sujetado el otro pie a una polea. Habían rajado el cuerpo desde el pecho hasta la base del abdomen, y las tripas brillaban como si las hubiesen lavado y limpiado.
Más
tarde, en cuanto llegaron más patrullas, se descubrió en el interior de la
casa todo el horror que allí escondía. Había varios cráneos esparcidos por
la cocina, unos intactos y otros partidos por la mitad y empleados como cuencos.
Una
inspección más detenida reveló que una de las sillas de la cocina estaba
hecha con piel humana, como las pantallas de las lámparas, las papeleras, las
fundas de los cuchillos e incluso alguna prenda de vestir, como un chaleco o un
cinturón formado con pezones humanos.
Entre
los más atroces descubrimientos, se encontraron unas cajas con los restos
humanos pertenecientes a diferentes cuerpos sin identificar, el corazón y la
cabeza amputada de Bernice Worden en una bolsa de plástico, una colección de
nueve máscaras de piel humana con el pelo intacto, de las cuales, cuatro
colgaban en la pared que rodeaba la cama de Gein, etc.
Cuando los psiquiatras comenzaron a considerar las posibles razones de su comportamiento patológico, supusieron que se trataba de un caso de "Complejo de Edipo", que Gein estaba enamorado de su madre y que a raíz de su muerte se obsesionó en buscar a alguien que la sustituyera, pues se encontraron extraordinario parecido entre sus víctimas y su madre. De niño, buscaba el amor de su madre de manera obsesiva, que le era negado una y otra vez, fue así como en su mente se desarrolló una nueva personalidad, un Ed que odiaba a la mujer.
Murió por insuficiencia respiratoria el 26 de julio de 1984, tras décadas de reclusión en una unidad psiquiátrica, donde resultó ser un paciente modelo.